¿Fantasía o realidad?
¿Quién piensa que los libros de fantasía no son en absoluto reales?
Pues sí, la fantasía no deja de ser una interpretación de la realidad. Puede ser de un mito, una leyenda, o un cuento que te contaban de pequeño.
Puede ser que la ficción especulativa (es decir, el género que incluye todo tipo de fantasía o ciencia ficción), esté basada en las ideas de los científicos de cómo va a ser el mundo dentro de unos años.
Supongo que recuerdas a Julio Verne, autor prolífico de libros fantásticos que te aconsejo que leas, por supuesto.
Él, que nació en el siglo XIX, predijo varios aparatos como el submarino eléctrico en su novela Veinte mil leguas de viaje submarino, donde el capitán Nemo viaja en su nave Nautilus por todo el mundo.
Algo que no es muy conocido, es que él imagino la posibilidad de que los reporteros contasen las noticias cada mañana. El artículo del periódico en el que lo explicaba se publicó en 1889 y hasta 1920 no ocurrió la primera transmisión por radio.
Imaginó también el «fonotelefoto», precursor de las video conferencias, el viaje a la luna, el helicóptero e incluso una red mundial de comunicaciones. ¿Te suena?
Pero vayamos a algo más actual y hablemos de Tolkien.
Frodo Bolsón era huérfano, como el autor. También sufrió un amor imposible, que inspiró, por ejemplo, el de Arwen y Aragorn (que como bien sabéis, se trata de una princesa elfa y un humano).
Además, creció en Sarehole, una aldea rural, que inspiró a crear los Hobbits y la comarca.
Podíamos seguir hablando sobre su experiencia como piloto en la RAF y lo que se relaciona con el ascenso de la Sombra en Mordor… pero estoy segura de que los aficionados a la fantasía ya saben todo esto.
Cualquier libro que leas de fantasía está basado en algo. Básicamente, porque los escritores somos humanos y nos basamos en experiencias personales, en lo que hemos leído y visto. Cuando veas que un escritor o escritora te dice que lo suyo es «completamente original», levanta una ceja.
Seguramente, su visión de la historia sí es completamente original, pero está todo inventado y solo es nuestro punto de vista el que es único e indiscutible.
Y no pasa nada.
Has leído historias de vampiros, pero a veces, los escritores le damos una vuelta de tuerca y mezclamos cosas. Es como cuando crees inventarte un cóctel. Puede que hayas creado algo delicioso, pero a veces es infumable. Es normal.
En mi caso, para Academia Renacimiento, todo el tema de los renacidos, vino a partir de un libro, del que lamentablemente no recuerdo el título, ya que esta novela la empecé hace cinco años y mi memoria de pez no me permite recordar más allá de unos meses.
Pero sí, en alguna parte leí acerca de la teoría de que todos somos seres reencarnados, que a veces hay quien puede recordar lo que fue en vidas pasadas. Y a partir de eso, «dame un hilo, que consigo un ovillo».
Los licántropos, vampiros, ¡brujas!… ¡Hay muchísimas historias de brujas en diferentes países y culturas! Historias de sirenas, de selkies, de pies grandes, o de viajes interespaciales. ¿Recuerdas cómo se teletransportan en Star Trek? Estoy segura de que algún día no muy lejano llegaremos a ello. De hecho, creo que están teletransportando átomos. De ahí a una persona, no va nada.
Por otra parte, hablar de algo conocido, de alguna forma lo hace más veraz. Por ejemplo, todos conocemos que los vampiros no pueden ver la luz del sol. ¿Qué tal si ahora pueden salir aunque al reflejarla se vuelvan brillantes? ¿Te suena? Una vuelta de tuerca.
¿Qué te parece si de repente los dioses de la mitología nórdica pudieran comunicarse con la Tierra? O que haya mundos paralelos. Realmente podemos estar viviéndolos y no ser consciente.
Por eso… te animo a que te dejes llevar por la fantasía, incluso aunque no suelas leerla. Puedes darle una oportunidad, porque a pesar de que los protagonistas tengan colmillos o vuelen, la trama será tan humana como el escritor. Habrá amor, venganza, rencor, ambición, traición…. sentimientos humanos que, a veces, incluso aparecen en los robots.
¿Te animas?
Te espero.
